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Sin duda, la venta de productos veterinarios en la farmacia tiene multitud de ventajas., pues son sitios de confianza donde la gente pide consejo y muchas cosas se resuelven allí mismo; además, en las farmacias todo está regulado y hay un sistema de calidad.

 

Ya que no se puede asesorar sobre animales de la misma manera que sobre personas. Es necesario que haya personal especializado, con conocimientos veterinarios y farmacéuticos.

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De este modo recibiremos la información necesaria sobre:

• La toxicidad o la intolerancia a ciertos componentes

• Las dosis concretas para cada animal,

• Y el modo en que los medicamentos deben ser administrados y sobre todo aquello que pueda beneficiar a nuestro animal.